París, Buenos Aires, 29 de mayo de 2017 - El jueves 1 de junio, la sala de instrucción del Tribunal de Apelación de Versalles celebrará la vista sobre la solicitud de extradición de la República Argentina contra Mario Sandoval, presentada hace cinco años. Antiguo agente de la policía de Buenos Aires, está perseguido en Argentina por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura (1976-1983). Nuestras organizaciones piensan que ya es hora de que Mario Sandoval sea extraditado y responda de sus actos ante la justicia argentina.
Esta audiencia se produce a raíz de la sentencia de febrero de 2015 del Tribunal de Casación, que había revocado la autorización de extradición emitida en mayo de 2014 por la sala de instrucción del Tribunal de Apelación de París.
Mario Sandoval está acusado en el marco de la investigación llevada a cabo por el juez argentino Sergio Torres en relación a los crímenes cometidos en el interior de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) de Buenos Aires, el mayor centro detención y tortura clandestino, en el que desaparecieron más de 5000 personas durante la dictadura. Mario Sandoval está inculpado por su participación, cuando era agente de la coordinación federal de la policía, en el secuestro en octubre de 1976 de Hernán Abriata, militante de la Juventud Universitaria Peronista. Mario Sandoval se instaló en Francia en 1985, tras la restauración de la democracia en Argentina. La familia Abriata, en especial la madre de Hernán, Beatriz, de 89 años de edad y testigo impotente del secuestro de su hijo por Mario Sandoval y su comando, llevan 40 años exigiendo justicia.
Nuestras organizaciones instan a la sala de instrucción del Tribunal de Apelación de Versalles a seguir el ejemplo del Tribunal de Apelación de París. Debe tomar conciencia de la importancia de que la justicia argentina pueda juzgar a Mario Sandoval en el marco de la lucha contra la impunidad que ha emprendido este país, en cumplimiento de las obligaciones internacionales de Francia en materia de procesamiento de los autores de desapariciones forzadas.
También debe hacerse eco de las palabras del fiscal general del Tribunal de Apelación, François Falletti, quien, al finalizar el juicio ante el tribunal de lo penal de París de antiguos responsables de la dictadura chilena, recordaba en 2010: “Cuando el sentimiento de poder lleva a la tortura, la degradación y la negación de la existencia, el mensaje debe ser claro. Tiene que ser sancionado, independientemente del momento y del lugar”.1
La FIDH es una ONG internacional de defensa de los derechos humanos que federa a 184 organizaciones en cerca de 120 países. Desde 1922, trabaja por los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, tal como están enunciados en la Declaración Universal de Derechos Humanos. La sede de la FIDH se encuentra en París y la organización tiene oficinas en Abiyán, Bamako, Bangkok, Bruselas, Conakry, Ginebra, La Haya, Nueva York, Pretoria y Túnez.
FIDH es el acrónimo francés de "Federación Internacional de Derechos Humanos". Por favor, asegúrese de usar “FIDH” cuando se refiera a la organización (oral y escrito), independientemente del idioma del artículo. Si tiene que precisar el nombre completo de la FIDH, por favor, utilícelo una sola vez al principio: "FIDH (Federación Internacional de Derechos Humanos)" y luego sólo como "FIDH" o “la FIDH”.