El principal y más antiguo referente de la migración senegalesa en Argentina, Massar Ba, apareció asesinado en una calle del barrio de San Cristóbal. Su muerte se produjo como consecuencia de una terrible golpiza que terminó con su vida.
Massar Ba era uno de los primeros senegaleses en migrar a la Argentina a mediados de los años noventa. Desde entonces, se convirtió en una suerte de "embajador" natural de su país en Buenos Aires, ya que Senegal no posee aquí representación diplomática.
Durante más de quince años, Massar Ba procuró representar a los senegaleses que llegan al país. Estuvo siempre al frente de los reclamos, ante el maltrato sufrido por esa comunidad de más de 27 mil personas en todo el territorio.
El asesinato no fue difundido por los grandes medios. Este hecho se produce en momentos en que la comunidad senegalesa local viene siendo hostigada y reprimida por la policía metropolitana, lo que ha dado lugar a la primera marcha de ese sector ante el Congreso para reclamar por su situación.
El CAJ exige a las autoridades nacionales que se esclarezca inmediatamente este crimen, ubicado en un contexto de creciente enrarecimiento de las libertades públicas, con secuestros, ataques físicos y amenazas a diferentes sectores de la oposición. Un local del FPV fue baleado, hiriendo a una militante de ese sector. El hijo de una dirigente sindical de ATE fue secuestrado por personas que se identificaron como policías y lo dejaron abandonado luego de cuatro horas de cautiverio. El principal dirigente del gremio de docentes sufrió amenazas por la vida de su hija. Todos estos hechos se dieron en el marco de huelgas o protestas contra el gobierno.
El gobierno nacional debe responsabilizarse por la seguridad de la población y esclarecer todos estos hechos, llevando a la justicia a los culpables. El crimen de Massar Ba no debe quedar impune, así como debe cesar la persecución policial a los inmigrantes senegaleses.
CAJ